El gobierno de Bolivia decidió destituir al ministro de Salud, Marcelo Navajas, por presunta corrupción en la compra de respiradores para atender a pacientes de COVID-19.
De acuerdo con la fiscalía, Navajas y otros tres funcionarios de ese ministerio participaron en la compra con sobreprecio de 170 respiradores de emergencia fabricados en España, a un costo de 27 mil 683 dólares cada uno.
Los equipos fueron adquiridos con recursos entregados por el Banco Interamericano de Desarrollo y, según la empresa fabricante, fueron comprados a través de un intermediario.
Tras detectarse la irregularidad, la presidenta interina del país, Jeanine Añez, expresó su rechazo en un mensaje en su cuenta de Twitter.
«Pido cárcel y ordeno todo el peso de la ley contra quienes se hubieran llevado un solo peso. Cada centavo de corrupción debe ser devuelto al estado», dice el texto.
Mientras tanto, el Banco Interamericano de Desarrollo informó por medio de un comunicado que «está evaluando la información pertinente para determinar si se cometieron prácticas prohibidas en este caso».
Por otro lado, la abogada del exministro, Rosario Canedo, insistió en que su defendido es inocente y declaró que probarán que las transacciones fueron legales.