Fiel “Consoladora”, principal mediadora y  genuina “Auxiliadora”

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Santísima Virgen
Cortesía

“Salve María Auxiliadora, Virgen de mi admiración, expreso con estas palabras lo que agradece mi corazón. María Auxiliadora fuiste tú una gran mujer. María Auxiliadora donde estés te seguiré. Gracias por tu paz que me da tranquilidad. Gracias por tu amor que me da gran devoción.

María Auxiliadora, María Auxiliadora, no te dejaré nunca pero nunca de querer. Guía mi andar, moldea mi actitud, para así lograr mi objetivo de servirte a ti, a mi Dios y a mi patria también. María Auxiliadora, María Auxiliadora, no te dejaré nunca pero nunca de querer”. (Oración-Declamación-Canción dedicada a Nuestra Santa Madre la Virgen María en su advocación de La Consolación de Táriba. Letra: Pedro Morales. Agosto de 2023).

Los dones y frutos del Espíritu Santo son necesidades prioritarias a satisfacer:

En la dimensión espiritual se alternan vicisitudes equivalentes a las que se ponen, anteponen y suceden en eventos tan equiparados al juego del ajedrez. Existen variedad de movimientos permitidos para sus diferentes piezas sobre el tablero que inminentemente desencadenan un conjunto indeterminado de acciones y reacciones por parte de los rivales, ambos con la intención de neutralizar y  contrarrestar la estrategia planteada, y así también procurar la victoria.

Por ello, es menester así comprender en lo más interno de cada persona, que bajo la custodia de la Santísima Trinidad y su principal mediadora, la Santísima Virgen María, la vida espiritual transcurre y se moviliza en ese escenario, pero siempre con la real amenaza de las estratagemas de maldad por parte de satanás. 

Evidentemente, desde el mismo Libro del Génesis 3: 15 se decretó la confrontación contra el maligno: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Es decir, en la historia de la humanidad, existirá  una eterna  conflictividad o guerra espiritual entre el bien y el mal, pero al final de los tiempos el “Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará”.

Ciertamente estamos en un contexto que pareciera que se hace menester desfigurarnos en lugar de trabajar continuamente en lograr la ansiada transfiguración, la cual solo se puede hacer posible cuando decidamos regresar nuestras raíces católicas y las tradiciones que la respaldan, pero nunca será posible si nos queremos parecer al mundo para generar simpatías o seguidores.

De hecho cierto, al igual que la fiesta de la Natividad, las festividades relacionadas con el Santo Cristo y la Santísima Virgen deben ser absolutamente todos los días del año, y no solo limitarse en el plano individual a unos pocos días.

Satisfacción de las necesidades espirituales

De la misma forma, la «satisfacción de las necesidades espirituales» (propósito esencial para el ser humano, por mucho que algunos lo marginen o nieguen, lo cual marginan o niegan su propia naturaleza humana) llega a su plenitud con el logro de los «Frutos del Espíritu Santo» en función de los «Dones del Espíritu Santo».

Efectivamente se inician con el Bautismo, se ratifican con la Confirmación, logran consolidarse definitivamente con la Consagración verdadera al Sagrado Corazón de Jesús a través del Inmaculado Corazón de la Virgen María, más vigente y pertinente en estos últimos tiempos de tribulación y turbulencia (Ver: La Confirmación y la Comunión de la Iglesia. Monseñor Mario Moronta, 2023).

Por ende, teniendo como Dios al Abba Padre e hijos de la Santísima Virgen María, debemos percatarnos de una vez por todas, que nuestras acciones pueden amenazar y vencer continuadamente al reino de las tinieblas.

La Eucaristía, la Reconciliación o Confesión, las Sagradas Escrituras, las tres expresiones de la Oración (rosario, meditación y contemplación), el Ayuno y Penitencia, las 4 categorías de la caridad (limosna, beneficencia, capacitación y evangelización), entre otras tendientes a la santidad, son prácticas espirituales en sintonía con el propósito divino de salvaguardar la presencia del Padrenuestro.

Por tanto, de acuerdo a lo fundamentado en el proyecto “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y la felicidad verdadera”, la misión encomendada se centra en la «Satisfacción de las necesidades espirituales en plena consagración con el Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen María» (Grignion de Montfort,  1712).  

Digresión: Se invita a presenciar la  producción audiovisual “Salve María Auxiliadora”- Fiel “Consoladora”, principal mediadora y  genuina “Auxiliadora”. Será trasmitida por Radio EDUCAR (Antigua Ecunet 104.5 F.M., actualmente reactivada en el ciberespacio) y por el Canal 21 de la ciudad de San Cristóbal (Venezuela), en el horario de 9:00 a.m. y 8:00 p.m. (domingo 13-08-2023), al  igual que divulgado por internet y redes sociales:  https://www.youtube.com/playlist?list=PLFBq7gAltSL0HveULPgvIZPz0yBPFKu2Hhttp://www.canal21tachira.com/tv/.

Verdadera devoción a la Santísima Virgen María

En este marco, el «Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen María», propone la urgente “Necesidad del Culto a María” o expresado de otra forma, la “satisfacción de las necesidades espirituales” del ser humano (que están en términos de los Dones y Frutos del Espíritu Santo), todas ellas en plena consagración o a través de rol mediador de la Santísima Virgen María como un camino directo para unirse a Nuestro Señor Jesucristo.

Por tanto, los fieles hacen así a la Virgen, «depositaria» de sus propios requerimientos, inquietudes, méritos, o cualquier elemento que se encuentre en la interioridad del ser o en el entorno exterior, que sea detonante o  generador de desequilibrio, inestabilidad, padecimiento, infortunio, estrés, etc., que redunda en focalizar la atención en lo netamente material.  Es una ruta diseñada para todos los  religiosos y laicos, y tanto más necesario en esta época de tanta turbulencia, tribulación o confrontación que se desarrolla en estos “últimos tiempos” en el mundo material y espiritual.

Esta devoción hace que recurras a la Santísima Virgen en todas tus necesidades materiales y espirituales con gran sencillez, confianza y ternura, e implores la ayuda de tu bondadosa Madre en todo tiempo, lugar y circunstancia: en las dudas, para que te esclarezca; en los extravíos, para que te convierta al buen camino; en las tentaciones, para que te sostenga; en las debilidades, para que te fortalezca; en las caídas, para que te levante; en los desalientos, para que te reanime; en los escrúpulos, para que te libre de ellos; en las cruces, afanes y contratiempos de la vida, para que te consuele. Finalmente, en todas las dificultades materiales y espirituales, María es tu recurso ordinario, sin temor de importunar a tu bondadosa Madre ni desagradar a Jesucristode Dios (Montfort,  Numeral 107).

Del mismo modo, el proceso de consagración se inicia con la atención y acción decidida, inquebrantable e irrenunciable de “vaciarnos de nosotros mismos”, a “vaciarnos del espíritu del mundo”, a romper en definitiva con el enfoque de concentrarnos en lo material: poder, tener y placer.

Entonces: Lo malo no es aspirar a tener “bienestar material” sino hacer depender la felicidad a lo fugaz y transitorio que ello representa, debido a que cuando nos corresponda entregar las cuentas a Dios esa acumulación material no servirá para nada.

Esto nos obliga a conocernos en lo más interno del ser, a nivel del subconsciente sobre todo, donde se hallan concentrados, grabados o sembrados los malos hábitos o creencias negativas que orientan en definitiva conductas inadecuadas, que como toda “sombra” que se niega su existencia en la individualidad o que somos realmente pecadores (ocultándolo y solo viéndolo en los demás),  redundan en contra de la salud física, emocional y espiritual de la persona.

De manera que “debemos conocer bien, con la luz del Espíritu Santo, nuestras malas inclinaciones, nuestra incapacidad para todo bien concerniente a la salvación, nuestra debilidad en todo, nuestra continua inconstancia, nuestra indignidad para toda gracia y nuestra iniquidad en todo lugar” (Monfort, Numeral 79).

De acuerdo a este método, vaciarnos de lo mundano o  desenfocarnos de lo material, requiere acudir a la metanoia, transformación o conversión, la cual involucra la necesaria coherencia entre la mente y corazón, que a su vez exige un cambio de actitud, un cambio de hábitos, que conduzcan el direccionamiento de formar “nuevas conexiones cerebrales” a favor de  un “nacer de nuevo”, lo que equivale a “morir  a nuestro egoísmo,  renunciar a las operaciones de las potencias del alma y los sentidos; ver como si no viéramos, oír como si no oyéramos, servirnos de las cosas de este mundo como si no nos sirviéramos de ellas” (Monfort,  Numeral 81).

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 a 2023. Pedro Morales.

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Pedro Morales es profesor universitario. Postulante a rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) | @tipsaldia

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