El viacrucis que enfrentan los pacientes con enfermedades crónicas, entre ellos los que padecen el cáncer, no es una situación de data reciente.
Sin embargo, la situación de emergencia nacional generada por la llegada de la COVID-19 al país ha empeorado el cuadro crítico que ya venía presentando este sector de la población.
José León es un anzoatiguense con una niña de 7 años de edad, diagnosticada con Leucemia Linfoblástica aguda, un tipo de cáncer hematológico y de la médula ósea que afecta los lóbulos blancos y que generalmente lo padecen niños. Este se genera cuando una célula de la médula ósea presenta errores en su ADN.
Desde la llegada de la pequeña al Hospital Dr. Luis Razetti de Barcelona, hace dos meses, José ha visto fallecer a 5 niños con distintos tipos de cáncer, algunos por la imparable evolución de la enfermedad, otros por falta de tratamiento y medicación en tiempo oportuno.
Según datos de la organización American Cancer Society, la tasa de supervivencia a esta enfermedad es del 90% cuando se cuenta con la medicación y el tratamiento adecuado.
Personal médico
Los familiares y pacientes reconocen el esfuerzo del personal médico del referido centro asistencial, quienes a pesar de no contar con todos los recursos, pasan día y noche al pendiente de los pacientes.
Exámenes y medicamentos impagables
En la actualidad, en el principal centro hospitalario del eje norte de Anzoátigui, como lo es el Hospital Razetti, no se realizan radioterapias, exámenes de laboratorio ni servicios de banco de sangre, lo que ha puesto «a parir» a quienes no están dispuestos a esperar.
En el caso de José León, uno de tantos padres que atraviesan la dura situación de tener un hijo con cáncer, expresa que su gasto diario oscila entre los 30 y 50 dólares.
«Mi gasto diario varía de acuerdo a las necesidades del día. He llegado a gastar hasta 50 dólares solo en guantes, buretas, yelcos, antibióticos y soluciones fisiológicas. Yo he llegado a pagar por un examen de hematología completa y otros adicionales hasta 13 millones de bolívares. De seguir esto, así me prepararé para vender el carro también», expresó.
Irregularidades
Otra de las denuncias de un familiar de paciente oncológico, quien prefirió no identificarse, es la venta de insumos médicos otorgados por el Seguro Social, por lo que se está infringiendo en un delito al comercializarlos.
El equipo de Radio Fe y Alegría Noticias tuvo acceso al material utilizado en el banco de sangre del nosocomio barcelonés y se pudo constatar que las buretas utilizadas tienen como fecha de vencimiento el año 2017.
Esto se repite con otros medicamentos que son distribuidos en el Razetti, lo que representa un grave riesgo y podría significar un retroceso el tratamiento de estos pacientes.
Solidaridad presente en tiempos de dificultad
En medio de las dificultades que acarrea una pandemia como la COVID-19, hay quienes se dedican a ser generadores de soluciones en momentos de turbulencia.
Fundaciones como Amigos del Niño con Cáncer, Fundación Leiva, Tapitas y la iglesia Puertas al Cielo se encargan de proveer de alimentos, medicamentos y hasta cancelar exámenes de diagnóstico y evolución de la enfermedad a estos pequeños.
Sin embargo, los familiares y los propios pacientes oncológicos solicitan a las autoridades nacionales y regionales mayor voluntad política para solventar con prontitud está situación que amenaza la vida de quienes apenas la están empezando.