Este fin de semana fuimos testigos presenciales de la caracterización y quema del personaje del momento que encarna al ex apóstol Judas, el traidor más famoso de la historia. Irónicamente en nuestro país ser el más popular es equivalente a ser el más odiado.
¡Que comience el juego! Como es tradición, en nuestro pueblo siempre se ha tomado está costumbre para reunir a la comunidad en un ritual lleno de jocosidad y buen humor que al mismo tiempo expresa una opinión colectiva de rechazo hacia el personaje selecionado, siempre aparece alguien que redacte un testamento donde el sancionado deja la herencia de sus bienes a quienes se suponen son sus familiares y amigos, es típico la elaboración de un muñeco de tela con rasgos particulares “del homenajeado” y cargarlo con fuegos pirotécnicos para darle el toque de castigo ejemplar.
Entre chinazos y autochinazos continua la operación caiga quien caiga, particularmente no creo que se debería llamar así porque al decir “caiga quien caiga” se está afirmando que cualquiera puede caer, incluyendo culpables e inocentes, por eso es que, asumiendo el beneficio de la duda, si lo que se pretende es hacer justicia se debería llamar “que caigan los que son” y lo digo porque me parece más amplio, justo y es lo que aspira la mayoría de la gente.
Lo único bueno de todo esto es que cada día se visibilizan más casos y cosas, incluso los chinazos y autochinazos de los voceros del gobierno, partido y demás representantes de los poderes públicos.
Hoy solo voy a mencionar algunos detalles que me llamaron la atención, uno de ellos es la liberación de Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos, gerentes de PDVSA que fueron encarcelados, juzgados, torturados y condenados sin pruebas, todo el país vio al poeta fiscal echar un cuento macabro en una rueda de prensa donde los criminalizó pero todavía no sabemos para cuando va convocar a una nueva rueda de prensa para pedirles perdón por haberlos difamado y permitido que les vulneraran todos sus derechos, sobre todo porque estos jóvenes el único delito que cometieron fue confiar en el Estado para denunciar la corrupción en PDVSA, que si se hubiese actuado con tiempo no sería tan grande y grave el robo que actualmente se está investigando.
Pero sigue el operativo en varios regiones y en el Zulia hay mucha gente lista para portar las bragas anaranjadas, hay mucha gente hedionda a preso, sobre todo porque la piedra en el zapato del pueblo son los administradores de justicia donde opera una mafia que tiene un negocio dolarizado para acelerar o congelar procesos judiciales desde el Ministerio Público y juzgados. Por ejemplo: en la ciudad de Cabimas, para ser exactos en la alcaldía de esta ciudad, ocurrió una situación que fue denunciada en flagrancia, como lo fue la venta del parque automotor del gobierno municipal sin cumplir con los procedimientos establecidos por la Contraloria General de la República en la Publicación 21 sobre el manejo contable de Bienes Muebles e Inmuebles y el decreto Presidencial sobre el manejo del material estrategico que debería ser entregado a la Corporación Ezequiel Zamora.
El alcalde y varios de sus directores vendieron, como chatarra, un parque automotor que en inventario estaba operativo pero en la Fiscalía Superior del Estado Zulia está “congelado” este caso porque el alcalde tiene socios en la dirección política municipal del PSUV Cabimas.
Lo antes expuesto me hace suponer que, el operativo tiene que profundizar más allá de la pasión política, las primeras acciones a nivel Nacional generan la idea de que el tiempo de los incondicionales se acabó y así tiene que ser porque no sé justifica que tengamos al frente de la gobernación a uno de los principales criminales que participó en el robo y saqueo de Monómeros, sin contar la deuda pendiente con la justicia de varios personajes vinculados a la trama de PDVSA, criptomonedas y otros delitos que tanto daño y sufrimiento le han causado a nuestro pueblo.
Para concluir, no se ustedes pero me llamó la atención que una de las señoras involucradas en la investigación penal de PDVSA, exhibió una maleta llena con lingotes de oro qué se supone deberían estar bajo custodia del BCV porque cuando una persona natural o jurídica realiza la compra, solamente les entregan un certificado pero el oro permanece bajo custodia del gobierno, la pregunta es: ¿Quien como y porque permitió sacar de las bóvedas del BCV esa cantidad de oro? ¿Quien será el responsable y culpable y si existe alguna investigación penal sobre el particular? Porque es tremendo chinazo, ojalá sean serios y hablen claro porque el hampa común se quedó en pañales.
¡Hasta la victoria siempre!
Edwin Martínez Espinoza es columnista de Aporrea. @edwinviene
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