Cuando apenas faltan cinco meses para las elecciones presidenciales en el país, que se celebrarán el próximo 7 de noviembre, aumenta la persecución contra líderes de la oposición y contrarios al Gobierno del mandatario Daniel Ortega.
La Policía de Nicaragua terminó el día domingo con las detenciones de la exguerrillera y exministra sandinista Dora María Téllez y a las dirigentes opositoras Ana Margarita Vigil y Suyen Barahona.
La detención se hizo bajo la acusación de «incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos» y «pedir intervenciones militares» contra el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega.
El arresto de Téllez, Vigil y Barahona, que forman parte de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), son el noveno, décimo y onceavo, respectivamente, que realiza la Policía Nacional contra disidentes en los últimos días.
La Policía indicó que las dirigentes son investigadas «por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, y pedir intervenciones militares».
También por «organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización, proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones».
Exigen liberación de todos los presos
En apenas diez días, las autoridades nicaragüenses han detenido a más de diez opositores, cuatro de ellos aspirantes a la Presidencia, ahora inhabilitados para el cargo.
La jornada de arrestos de este fin de semana inició la noche del sábado y finalizó con la detención en la noche del domingo del exvicecanciller Víctor Hugo Tinoco.
«Estas acciones contra los dirigentes de Unamos son parte de la escalada represiva del orteguismo contra toda la oposición democrática», señaló ese movimiento, que pertenece a la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco.
Por su lado, la Unidad Nacional exigió «el respeto a la integridad física» de las tres detenidas este domingo, y también de Tamara Dávila, arrestada anoche, así como de «todas las presas y presos políticos, secuestrados por el régimen».
Téllez, antigua compañera de lucha del presidente Ortega, participó el 22 de agosto de 1978 en el comando sandinista que tomó por asalto el Palacio Nacional e hizo rehenes a los legisladores afines al entonces presidente y dictador Anastasio Somoza Debayle, derrocado hace casi 42 años.
Téllez fue ministra de Salud durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990) y se distanció del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en 1995.
En tanto Vigil es hija del fallecido Miguel Ernesto Vigil, que fue ministro de Vivienda y Asentamientos Humanos durante la primera Administración sandinista, y Dávila es hija del fallecido coronel retirado sandinista Irvin Dávila.
Oposición en emergencia
Este domingo, la Unidad Nacional se declaró en «emergencia permanente» ante la ola de arrestos de opositores en Nicaragua.
La Policía de Nicaragua, que dirige Francisco Díaz, un consuegro de Ortega, mantiene bajo arresto a cuatro aspirantes presidenciales de la oposición: Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro García.
También al extitular del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) José Adán Aguerri, al exvicecanciller José Pallais, y a las dirigentes opositoras de la Unidad Nacional Violeta Granera y Tamara Dávila.
Con los nuevos arrestos, diez de los once opositores detenidos en los últimos días, incluyendo tres de los cuatro aspirantes a la Presidencia por la oposición, están siendo investigados por «incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos» y «pedir intervenciones militares» contra el Gobierno de Ortega, entre otros delitos.
Fuente: AFP, EFE, Twitter