Entre conducir una gandola y trabajar en el campo, Rubén Morgado, de 56 años, divide su tiempo para garantizar el dinero para los gastos de su esposa y sus dos hijos.
Morgado manifestó que los viajes están saliendo muy poco y aprovecha junto con su hermano para trabajar en una parcela donde están sembrando tomate en la comunidad La Vasola, estado Guárico.
“Soy gandolero, aparte hago eso porque usted sabe que la cosa del transporte está demasiado de poquito, por lo menos esta semana me dieron dos viajes nada más, voy o a veces mando a un chofer que vaya a descargar y me quedo yo aquí, o sino pongo a mi hermano y voy yo”.
“Eso lo único que estamos haciendo ahorita, para medio ayúdanos, no crea que la cosa está buena, pero sí alcanza para comer”.
El chofer señaló, que cuando no está de viaje se para temprano para empezar la faena en el campo. “Todos los días a la seis y media estamos aquí y salimos a la cuatro de la tarde, estamos produciendo tomate ahorita, estamos produciendo tomate para el pueblo y la comunidad también”.
“Tenemos este tomate sembrado, tenemos dos almácigos ahí para diez mil matas que vamos a sembrar”.
Por su parte, Juan Morgado hermano de Rubén comentó que llevan dos meses dedicados a la siembra de tres hectáreas de tomate y una hectárea de maíz.
“Vamos para dos meses trabajando, esto es de un muchacho llamado Juancito, nosotros le trabajamos a él, esta siembra va para San Juan de Los Morros, aquí trabajando, luchando para salir adelante”.
Juan tiene tres hijos, a los que tiene que alimentar y por medio de este trabajo lo puede hacer. “No vamos a decir que nos da, pero aunque sea comemos, gracias a Dios”.
Entre risas y agotamiento físico, estos dos padres guariqueños trabajan de sol a sol, para garantizar a sus hijos el pan en la mesa.