Reto País, en busca de una nueva Venezuela

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Foto: Archivo.

Una nueva Venezuela: esa es la propuesta que el pasado 30 de noviembre presentó Reto País, el movimiento impulsado por la Universidad Católica Andrés Bello en donde líderes sociales, organizaciones civiles y de derechos humanos forman una alianza para ayudar a los venezolanos.

Francisco José Virtuoso fue el encargado de abrir la jornada de ponencias , expresando palabras alentadoras, en las que afirmó que este era un encuentro «para revitalizarnos y prepararnos para el año 2019».

La primera ponencia fue de Anitza Freites, directora de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), quien destacó cifras alarmantes de la pobreza que viven los venezolanos. Los principales indicadores del estudio fueron la canasta básica alimentaria, la insuficiencia de ingresos, educación, empleo y desempleo, protección social -como la pérdida de servicios de salud- y la inmigración.

Freites explicó que la mayoría de las personas que emigran a otros países lo hacen para conseguir empleo como primer motivo, y que además el país más frecuentado es Colombia, en segundo lugar Perú y en tercero Chile.

También informó que el 63% de los hogares encuestados reciben alguna ayuda de las misiones del Gobierno Nacional: 16,3 millones de personas se benefician de la caja Clap y 1,8 millones se benefician con Misión Barrio Adentro.

Hay que destacar que Encovi surge en el año 2014 para informar sobre cifras específicas de lo que más aqueja a los venezolanos, puesto que el gobierno las ha congelado.

Luego, Virtuoso retomó la palabra para enfatizar que se necesita movilización para obtener un futuro mejor, y que no se debe renunciar “a eso que nos constituye como seres humanos”.

Según Virtuoso, el hallazgo es que «la esperanza no ha muerto», y que Venezuela  no está inmovilizada. Dijo que es necesaria la democracia, un sistema económico con iniciativa privada y pública, y un sistema educativo que desarrolle las capacidades.

Seguidamente, la profesora Matilde Parra, socióloga e investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Ucab, explicó cuál fue la metodología para determinar las carencias de las personas dependiendo de su región, y de cómo se puede afrontar, por lo que presentó cómo los venezolanos quieren el 2030: valores como el respeto, la tolerancia, la solidaridad y el compromiso; institucionalidad pública democrática, eficiente, transparente e inclusiva; comunidades, espacios legítimos para la participación y organización social; disfrute universal y progresivo de los derechos humanos; alianzas público-privadas promotoras de la recuperación económica; educación ética y de calidad, medio para alcanzar el desarrollo.

Después, Beatriz Valdés, profesora de la Universidad Central de Venezuela y miembro del equipo de Reto País, amplió los detalles de los últimos estudios realizados en relación a los problemas que más atañen a los venezolanos.

Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (Cepyg) de la UCAB, fue el encargado de abrir el ciclo de ponencias de la tarde, en el que explicó de que se trata la consolidación de transición democrática

Asimismo, Jorge Valladares, integrante del equipo Idea International, conversó sobre cómo deben fortalecerse los partidos políticos para acercarse más a la democracia que necesita el país. Entre los puntos que trató, aseguró que las toldas políticas deben reconstruirse, “porque ciertamente la población ha mostrado desconfianza hacia ellos”; también deben mejorar la capacidad de poder articular los intereses del pueblo.

A su vez, Valladares expresó que el liderazgo es fundamental, debido a que es necesario en momentos de transición, así como también la capacidad de renovarlos. También aseveró que los líderes políticos deben ser flexibles, capaces de negociar y escuchar al otro.

Carlos Patiño, representante de Caracas Convive, explicó la importancia de fomentar los valores, aún cuando hay ciertos sectores de la sociedad que no colaboran. Patiño destacó que desde la fundación, cuentan con el programa “alimenta la solidaridad”, en la cual alimentan a niños para que puedan seguir yendo a las escuelas: “Ellos aportan la comida y la comunidad aporta la mano de obra y los espacios para desarrollar la actividad”.

Por Nazaret Torres Padrón