El gobierno de Colombia rechazó con «repulsión» las medidas «tomadas de manera arbitraria» por el gobierno Nicaragua contra ex presos políticos que fueron exiliados.
En un comunicado, Colombia afirma que estas personas solo han cometido un delito: «defender la democracia, el derecho a la crítica y los derechos humanos universales».
«Colombia, que en las últimas décadas ha luchado sin desmayo por alcanzar la paz, mucho más ahora que se propone ser potencia mundial de la vida, rechaza los dictatoriales procederes de quien hace traer a la memoria los peores momentos de la dictadura de Anastasio Somoza que el sandinismo logró superar», se lee en un texto difundido por la Cancillería de la nación colombiana.
También se destaca que el Obispo de Matagalpa y Estelí, monseñor Rolando Álvarez, se rehusó salir del país, lo cual sería una «lección para el mundo y para el actual jefe de gobierno de Nicaragua».
«De contera, la patriótica decisión del señor Obispo, fue respondida con una condena de veintiséis años de prisión», añaden.
«La Cancillería de Colombia busca entrar en contacto con quienes habiendo sido abusados por el poder intolerante de Nicaragua, quisieran acceder a la nacionalidad colombiana. Mucho nos honrarían», sentencian.
De esta forma el Gobierno de Gustavo Petro se une a otras naciones, como México, que también ha ofrecido nacionalidad a estos exiliados.
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