En el Santuario Nuestra Señora de Fátima en San Juan de los Morros se llevó a cabo este sábado 27 de junio una eucaristía en acción de gracias por el Día del Periodista.
La misa fue oficiada por el padre Dayver Pérez, quien durante su homilía exaltó el trabajo de los periodistas que asistieron para celebrar su día, acatando las medidas de seguridad y distanciamiento para prevenir la COVID-19.
El padre agradeció a Dios por el don que les ha dado para comunicar la palabra.
“Damos gracias a Dios por el don que les ha otorgado a ustedes, el don del periodismo y podríamos definir esta vocación como el don de la palabra. Hombres y mujeres que saben comunicar la Palabra, que saben contar al mundo la historia”, exclamó.
A continuación, parte de sus palabras:
“En el Evangelio de hoy escuchábamos el relato de la curación del criado del centurión romano: el centurión, un guardia romano, se acerca a Jesús para pedirle que cure a su criado enfermo. Jesús atiende a su súplica y pretende ir hasta su casa, pero el soldado romano hace una profesión de fe en nuestro Señor Jesús y le dice: Una sola palabra tuya bastará para sanarlo.
Así también es el periodista: es un hombre y una mujer que en muchísimas ocasiones se convierte en la voz de quienes no la tienen, de quienes no pueden hablar o que aun hablando, no pueden ser escuchados.
Hoy necesitamos comunicadores que sepan servir a la humanidad, que sepan alentarla, defenderla. Hoy necesitamos hombres y mujeres que más que narrar hechos de cosas, barren las historias de sus hermanos los hombres, que necesitan ser escuchadas.
Que misión tan grande tienen ustedes: ser comunicadores del bien y de la verdad. Ser comunicadores en un país donde no se quiere escuchar la verdad, donde se pretende silenciar la y gritar cualquier cantidad de mentiras.
En este caso, ¿cómo se puede hacer? Basta con recordar que solo pueden comunicar la verdad quienes son libres. Y la libertad puede condicionarse externamente, pero ella no nace fuera, sino dentro del hombre. La libertad es una reina, cuyo trono está en el corazón del hombre y allí por más fuerza que hagan los enemigos de esta en el exterior nunca podrán llegar.
Por eso les ánimo a ser libres, no se hagan esclavos de ideologías, de otros hombres, de intereses particulares: para que el periodismo brille con su luz esplendorosa debe ser ejercido por hombres y mujeres libres, que no responden a ciertos intereses sino que buscan el bien y la verdad.
Quien comunica el bien y la verdad comunica a Cristo. Porque él es la Verdad y la Vida, él es el único bueno. Para comunicar la verdad y el bien hay que ser buenos también, con esto recuerdo una frase del periodista polaco Kapucinski que decía: Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos.
Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias.
Les invito a que en su profesión tengan presente esto: ustedes, en su profesión, pueden comunicar la Eterna Palabra de Dios. Ustedes comunican palabras que pueden ayudar a liberar mentes, transformar realidades. No sean reporteros de historias caducas, sino de realidades profundas que ayuden a esclarecer el pasado, para comprender el presente y construir el futuro”.