Confirman que Capitán Acosta Arévalo murió por torturas y tratos crueles

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Se cumplen 2 años de la muerte del Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo. En la noche del 28 de junio de 2019 fue llevado para su audiencia de presentación ante el Tercer Juzgado Militar de Control del municipio Libertador, Distrito Capital. Su caso fue asignado a un tribunal militar, ya que se le acusó de delitos militares (traición a la patria, rebelión militar e instigación a la rebelión). El capitán Acosta Arévalo era un civil, que fue dado de baja de la Armada en 2006. 

Los oficiales de la DGCIM lo llevaron a la audiencia en una silla de ruedas. Antes de la audiencia, el abogado del Capitán Acosta Arévalo tuvo una breve interacción con su cliente. Los oficiales de la DGGIM insistieron en estar presentes durante la conversación.

Según su abogado, lo primero que hizo el Capitán Acosta Arévalo fue pedir ayuda. El Capitán Acosta Arévalo no podía articular ninguna palabra, no podía mover sus manos o piernas y estaba adolorido y sangrando. Estaba descalzo. Sus ojos estaban muy abiertos. El abogado le preguntó si había sido torturado y él asintió con la cabeza.

El personal del tribunal trató de darle un poco de agua. Cuando el juez vio el estado del capitán Acosta Arévalo, en la entrada de la sala de audiencia, ordenó su traslado inmediato al hospital militar Vicente Salias Sanoja en Fuerte Tiuna. La audiencia procedió para los otros acusados. La audiencia del Capitán Acosta Arévalo fue pospuesta hasta el día siguiente.

Alrededor de las 9 de la noche del 28 de junio, los oficiales de la DGCIM condujeron al Capitán Acosta Arévalo desde la sala del tribunal hasta el hospital. El viaje duró unos cinco minutos en carro, según el registro policial de la DGCIM. Según un registro médico al que tuvo acceso la Misión, el Capitán Acosta Arévalo llegó al hospital sin signos vitales. 

Dos horas antes de su traslado el médico certificó que tenía un traumatismo en el tórax, nariz, dedos y tobillos, deshidratación moderada y una infección en la piel. Sin embargo, el informe médico concluyó que estaba en condiciones estables. 

Pero un equipo de Medicina Forense realizó un examen externo del cadáver en la morgue del hospital. La Misión Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU tuvo acceso al informe del examen.

Según este informe, Acosta Arévalo tenía 38 heridas, 30 en la parte delantera y ocho en la parte trasera del cuerpo. Tenía el tabique nasal roto, abrasiones en el hombro, los codos y las rodillas, y moretones en varias partes del cuerpo, incluyendo el muslo, los glúteos y la espalda. El cuerpo del Capitán Acosta Arévalo también mostraba una fractura en un pie y signos de quemaduras en su pie y en su muñeca.

Lo que halló la Misión de la ONU 

La Misión tuvo acceso a los resultados de la autopsia. El procedimiento estableció como causa de la muerte un edema cerebral grave por insuficiencia respiratoria aguda, debido a la rabdomiólisis (descomposición muscular) causada por un politraumatismo generalizado (al haber sido objeto de múltiples lesiones traumáticas). Su familia solicitó acceso a su cadáver para realizar una autopsia independiente, pero no recibió respuesta.

La muerte del Capitán Acosta Arévalo no fue anunciada oficialmente hasta el 29 de junio de 2019. Ese día, la FANB, a través del Ministerio de la Defensa, emitió un comunicado de prensa que decía: “El viernes 28 de junio de 2019, fue presentado ante el Juez Penal Militar […] y antes de comenzar, se desmayó”. En el comunicado de prensa se afirmaba que el capitán Acosta Arévalo había fallecido, a pesar de haber recibido atención médica.

En conclusión, con base en los hechos mencionados, la Misión tiene motivos razonables para creer que se cometieron arresto y detención arbitraria, así como desaparición forzada de corto plazo contra el capitán Acosta Arévalo.

La Misión también tiene motivos razonables para creer que se cometieron torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes contra el Capitán Acosta Arévalo, hasta el punto de causarle la muerte. 

Oficiales de la Dirección Especial de Investigaciones Penales y Criminalísticas de la DGCIM y la unidad de Asuntos Especiales habrían participado en estas violaciones, según estas consideraciones.

Contrario a esto, las primeras versiones oficiales señalaban que en la mañana del 26 de junio de 2019, dos oficiales de la DGCIM viajaron de Caracas a Guarenas para arrestar al Capitán Acosta Arévalo, basándose en la información de inteligencia que habían recibido.

Identificaron e interceptaron al Capitán Acosta Arévalo en una parada de autobús. Después de presentar sus documentos a los oficiales de la DGCIM, el Capitán Acosta Arévalo emprendió una carrera para huir y sufrió una caída. Según el informe de la DGCIM, dos testigos del arresto corroboraron esta versión de los hechos. 

La versión de la DGCIM parece contrastar la versión de la familia del Capitán Acosta Arévalo, que no lo había visto ni sabido de él desde el 21 de junio. Desde esa fecha, se desconocía la ubicación y el paradero del Capitán Acosta, la familia y el equipo de defensa legal sospechan que el Capitán Acosta fue llevado a un centro de detención clandestino dirigido por la DGCIM.

A dos años de su muerte, y en medio de un giro que ha dado el caso en tribunales, sus familiares exigen justicia y que se castigue a los verdaderos responsables. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU que dirige Michelle Bachelet también conoce de este caso.

Este es un trabajo especial del Programa Venezolano de Educación y Acción en Derechos Humanos, PROVEA