El BID trabaja en una propuesta para incluir el cambio climático en la agenda de las escuelas y los ministerios de educación. Se plantea la ciudadanía verde como eje de acción pedagógica. 

En América Latina y El Caribe tres de cada 10 jóvenes de 15 años no está familiarizado con el cambio climático, reveló un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y casi ocho de cada diez estudiantes de sexto grado no alcanza aprendizajes en ciencias.

Con estos datos, la líder de la división de educación del BID y coordinadora de la agenda social verde, la economista María Soledad Bos inició su participación en el conversatorio sobre educación y cambio climático organizado por la Iniciativa de Ecología Integral y Panamazonía de la Federación Internacional de Fe y Alegría, el pasado viernes 29 de septiembre.

El equipo de educación del BID se planteó la posibilidad de diseñar una estrategia para incluir la temática ambiental, el cuidado de la casa común y el cambio climático en los procesos pedagógicos en las escuelas de la región.

La propuesta

La propuesta está diseñada para ser implementada en dos niveles: en los que diseñan las políticas educativas de los países y en los que imparten clases en los colegios. Para abordar los roles de la educación en la agenda de cambio climático plantearon tres dimensiones y desafíos.

  1. La ciudadanía Verde: para generar conocimiento, elevar los niveles de valoración del medioambiente y desarrollar capacidades para la acción.
  2. Escuelas resilientes: para garantizar que los centros educativos puedan operar en coherencia a los que plantea el cambio climático.
  3. Escuelas sostenibles: para lograr que los Estados conviertan los centros educativos en lugares autosostenibles.

Educar para la ciudadanía verde

Sobre la ciudadanía verde se plantea la posibilidad de incorporar estas categorías conceptuales en los currículos educativos, generar estrategias de formación para los docentes, promover practicas pedagógicas efectivas, diseñar actividades extracurriculares.

También es necesario crear instrumentos para medir las habilidades reales de los estudiantes y promover rutinas de sostenibilidad de las escuelas para el aprendizaje.

Para desarrollar el desafío de la resiliencia es necesario generar condiciones de confort en las escuelas. El 90% de los niños que estudian en colegios de América Latina y El Caribe viven en zonas de riesgo climático.

También se debe abordar en la eco ansiedad, en generar planes de respuesta ante eventualidades climáticas y consolidar planes y condiciones para la educación a distancia.

La representante del área educativa del BID detalló que para el tercer desafío hay que trabajar en tecnología y sistemas digitales de gestión educativa, garantizar programas de alimentación, de transporte escolar y en prácticas de reciclaje y reutilización de desechos en las escuelas.

Todas las propuestas descritas contribuyen a responder las preguntas de cómo desarrollar habilidades para la acción climática en la edad escolar. La representante del Banco Interamericano de Desarrollo advirtió que el documento sigue vivo y se nutre de las experiencias que van conociendo en el trabajo de campo.

La especialista participó en el conversatorio sobre educación y cambio climático organizado por la Iniciativa de Ecología Integral y Panamazonía de la Federación Internacional de Fe y Alegría.

El panel del conversatorio también estuvo conformado por la arquitecta peruana Maritza Mayo y la bióloga Simea Bachman, ambas como comentaristas. La moderación del espacio estuvo a cargo de la lideresa de la Iniciativa de Ecología Integral y Panamazonía, Irma Mariño.

Revive el conversatorio aquí

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