Varios países de América, Asia y Europa suspendieron este viernes 26 de noviembre los viajes con África austral debido a la detección en esa subregión de la variante de la COVID-19 denominada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Ómicron.
Estados Unidos, Brasil, Alemania, Italia, Austria, Países Bajos, Francia, entre otros, han ido anunciando restricciones en consecuencia a lo largo de la jornada para evitar la propagación de esta mutación.
En España, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha señalado que la restricción de vuelos se llevará al Consejo de Ministros del próximo martes.
El ministerio de Sanidad en España ha dicho que adoptará «con carácter inminente» una resolución de la Dirección General de Salud Pública para exigir a aquellos pasajeros que provengan de países de riesgo, además de la vacunación, una prueba PDIA (test de antígenos o PCR).
La OMS ha advertido de que la variante identificada por primera vez en Sudáfrica el 24 de noviembre podría conllevar un «mayor riesgo de reinfección», según las primeras evidencias científicas preliminares.
En la reunión celebrada también este viernes, el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del Virus del SARS-CoV-2 de la OMS ha calificado esta variante como «de preocupación», ya que «presenta un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes».
La nueva mutación ya se identificó en Europa, con un caso confirmado el viernes en Bélgica, tras ser reportada en Sudáfrica, Botsuana, Hong Kong e Israel.
La OMS dijo que podría llevar varias semanas determinar si la nueva variante supone cambios en la transmisibilidad o gravedad de la COVID-19, así como en la eficacia de las vacunas, las pruebas y los tratamientos del virus, además advirtió sobre la imposición de restricciones de viajes mientras la evidencia científica sea escasa.
Sudáfrica calificó de «draconianas» las prohibiciones. «Ese tipo de reacción es instintiva y de pánico», declaró el ministro de Salud, Joe Phaahla.
Para África estas medidas restrictivas son un duro golpe a su economía pues se dan justo antes del verano austral, cuando los safaris y las playas suelen atraer a un buen número de visitantes.
Con información de Deutsche Welle y El Confidencial.