Empieza a escasear la comida en la Guajira

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La falta de dinero en efectivo, bien sea de pesos colombianos o de bolívares, el cierre total de la frontera por parte del gobierno de Iván Duque y la aplicación de la cuarentena nacional decretada por el gobierno nacional, son las causas por las cuales a los ciudadanos residentes en la Guajira venezolana se les está haciendo muy difícil conseguir los alimentos.

Los férreos controles de militares en el corregimiento de Paraguachón y en el puente Río Limón han provocado que las personas que intentan cruzar la frontera queden varadas en Sinamaica.

Este miércoles, en horas de la noche, un grupo de comerciantes que trataba de cruzar el río, en vista de que no se les permitió el acceso, generó alboroto para llamar la atención pero fueron dispersados por los cuerpos de seguridad.

El mercado de Los Filúos se mantiene parcialmente abierto. Algunos comerciantes se han quejado por la falta de efectivo tanto en bolívares como en pesos y las ventas han caído drásticamente.

Hace una semana vendieron las bolsas de Mercal. Pero ya los alimentos comienzan a escasear a solo 4 días del decreto de la cuarentena.

El martes por la noche fueron saqueadas dos gandolas que pretendían ingresar a Venezuela. Los ciudadanos al ver que estos transporte de carga pesada iban a cruzar decidieron retenerlos y saquearlos.

Pies pa qué te tengo

Otro asunto que está preocupando a la población es la falta de transporte público. Una pimpina de gasolina de 5 litros cuesta 22 mil pesos colombianos que equivalen a casi 2 millones de bolívares. Esto hace imposible que las unidades del transporte público puedan trabajar.

Solo trabajan mototaxis. El pasaje de la ruta más corta que se transita en solo cinco minutos cuesta 5 mil pesos que equivalen a 120 mil bolívares.

La mayoría de las personas que sigue asistiendo a sus sitios de trabajo le toca caminar entre 15 y 20 kilómetros para poder llegar.

Y el rollo del agua potable para rematar

La alcaldesa del municipio Guajira, Indira Fernández, hizo un recorrido en algunas comunidades y decidió llevar cisternas de agua a esos sectores.

Sin embargo, los residentes de estas zonas se preguntan por qué se les está cobrando el agua que llega en estos camiones. Un «anillo» de agua cuesta 6 mil pesos. Pero, la mayoría no puede comprar este «servicio» porque no hay efectivo en la calle.

Ante esta dificultad la gente, como no pueden pagar el camión cisterna de la alcaldía, acude a las tomas de agua no tratada.

La crisis del agua potable en la Guajira venezolana es «milenaria». Es agua de pozo. No tiene ningún tipo de tratamiento.

Zonas como Sinamaica, Guarero y Paraguaipoa son las más afectadas.

El gobernador del departamento de la Guajira visitó este miércoles 18 la zona de Paraguachón y anunció que se van a tomar medidas mucho más fuertes en las trochas o «caminos ilegales» por donde están intentando pasar las personas desde Venezuela al otro lado de la frontera.

El cierre total de la frontera por parte del gobierno colombiano ha repercutido fuertemente en la población de esta zona fronteriza. Los únicos que puedan cruzar hacia el lado colombiano son los que pueden «pagar».