El director de Acceso a la Justicia, Ali Daniels, reprochó que en Venezuela no haya “ni un solo juicio contra alguien” por haber recibido dinero producto de la corrupción como del caso de Odebrecht, pero sí contra los protestantes en 2014 y 2017.
También criticó que la Ley contra la Corrupción establezca como pena máxima privativa de libertad apenas 10 años “así la persona se haya robado miles de millones de dólares”. En cambio, a las personas que protestaron en el país en contra del Gobierno se les imputó un delito con una pena de hasta 14 años de cárcel.
“Estamos hablando de penas que no se corresponden con la magnitud de la situación (…). ¿Qué nos está diciendo esto a nivel jurídico? ¡Que en Venezuela sale mejor robar que protestar!, ¡Eso no puede ser!”, expresó durante una entrevista con el programa De Primera Mano, transmitido por Radio Fe y Alegría Noticias, este 13 de abril.
Muchas preguntas, pocas respuestas
Los venezolanos tienen muchas preguntas pendientes a que el Estado responda sobre el proceso de los casos contra los acusados de desbancar a Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) de la investigación y sobre la cantidad real de dinero perdido.
Esta falta de transparencia a Alí Daniels le incomoda porque ni siquiera se sabe si se están investigando a los presidentes de Pdvsa “que ejercieron ese cargo durante el periodo que ocurrieron esos hechos”.
“Pdvsa ni ningún funcionario público ha dicho cuál es el monto de lo que se ha robado, evadido o no se ha pagado. No podemos evitar la corrupción si no se sabe el daño al patrimonio patrimonial (…) Si no hay transparencia en la rendición de cuentas, no se puede luchar contra la corrupción”, afirmó.
“¿Cómo es posible que alguien haya estado sustrayendo dinero público desde hace años y nadie se haya dado cuenta? ¿Qué pasó con la contraloría interna de Pdvsa, con la Contraloría General de la República, que parece que estaba ocupada inhabilitando candidatos que preocupándose por la corrupción? Cómo es posible que esto haya estado ocurriendo durante años y nadie haya dicho que aquí hay una serie de irregularidades y esto no puede estar ocurriendo”, manifestó.
“La corrupción mata”
Para el defensor de los derechos humanos, el tema de la corrupción se ha estado banalizando y señalando solamente los lujos y bienes que tenían los acusados de corrupción cuando hay que mirar hacia los hospitales en crisis, las escuelas, los salarios y demás sectores que demuestran la precariedad del país.
“La corrupción implica que no hay medicinas en los hospitales, que no se atienden las necesidades básicas de las personas”, dijo.
“Cuando se habla de tantos miles de millones en un país con tantas necesidades y en una Emergencia Humanitaria Compleja, con un J.M de los Ríos donde los niños se están muriendo, donde nuestros adultos mayores no tienen ni siquiera para comprar medicina; estamos hablando de una situación en la que esos miles de millones de dólares pudieron haber sido utilizados para paliar la situación”, aseveró.
“Ese es el precio que estamos pagando de que haya corrupción, no que alguien se haya comprado un Ferrari o un edificio o una avioneta. Tenemos que ver lo que eso representa en las enormes necesidades que no se cubrieron en Venezuela”, añadió.
¿Lucha contra la corrupción se usa con fines políticos?
Alí Daniels cree que sí porque justamente en su opinión el problema ha sido que se acusa a organizaciones no gubernamentales y activistas de derechos humanos de “representar un esquema de lavado de capitales”, se les pide investigar, pero en ningún momento se sintió interés por investigar a sus propios funcionarios y de dónde sacaron tanto dinero.
Entonces, a su parecer, la Ley contra la Corrupción “se usa para perseguir de manera injusta” a quienes hacen la labor de llevar ayuda humanitaria a las zonas vulnerables.
“Aquí hay gente construyendo edificios en Las Mercedes y resulta que eso ocupaba miles de millones de dólares y nadie se dio cuenta. Ahí vemos cómo las políticas en Venezuela para evitar el lavado de capitales en realidad han sido utilizadas para perseguir y no para conseguir que estos movimientos de dinero ilegalmente obtenidos, efectivamente, sean combatidos. Es decir, no hay una prioridad por la verdadera lucha por la corrupción, simplemente se instrumentaliza con fines políticos”, apuntó.
Aseguró que esto es una muestra de la impunidad que hay en el país.
Venezuela es uno de los principales países más corrupto del mundo, según Transparencia Internacional. El Índice de Percepción de la Corrupción 2022 ubica al país caribeño como la cuarta nación más corrupta en una evaluación a 180 países.
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