Fe y devoción son dos palabras que resumen el amor que sienten los caraqueños por la imagen sagrada del Nazareno de San Pablo.
La historia cuenta que la imagen del Nazareno llegó en el siglo XVII, siendo su primera casa la Iglesia San Pedro el Ermitaño. En esa iglesia, se instituyó la primera Cofradía al Nazareno, pero antes rendía honores a la Virgen del Carmen.
Durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, el mandatario mandó a demoler la estructura eclesiástica y la imagen del Nazareno fue trasladada a la Basílica Santa Teresa, donde reposa en la actualidad y recibe a miles de fieles cada año.
Los integrantes de la Cofradía siguieron la imagen y son los responsables de que cada Miércoles Santo, se deben a ella y realicen una serie de actividades, teniendo cada uno de ellos una asignación.
Luis Parada, devoto del Nazareno, es el encargado de la musicalización de las misas de la Basílica de Santa Teresa. Este estudioso de la historia de la cofradía, explicó a Radio Fe y Alegría Noticias la adhesión del nombre de Pablo a la imagen del Nazareno.
Según él, la imagen se le conoce como el Nazareno de San Pablo porque ese era el nombre de la iglesia donde se encontraba y por tradición popular se quedó con ese nombre.
En el año 2000, Monseñor Adán Ramírez Ortiz, que fue párroco de la Basílica de Santa Teresa por más de 18 años, ordenó que la cofradía terminara denominándose: Cofradía del Nazareno de San Pablo.
Aunque, la Cofradía del Nazareno se encarga de sacar todas las imágenes que hay en la Basílica en procesión, su trabajo se concentra en el cuidado de la imagen del Nazareno.
¿Cómo funciona la cofradía del Nazareno?
El grupo de legionarios de esta cofradía está dirigido por un presidente y un coordinador de finanzas, todos bajo el mando del sacerdote de turno en la Basílica.
“Ellos se unen, tienen sus ideas, se las presentan al párroco y el párroco delibera si está bien o no, y se aprueba y ellos comienzan a trabajar”, dijo.
¿Cómo nace la devoción al Nazareno?
A Luis Parada desde muy niño su madre le inculcó el amor y la devoción por la imagen de Jesucristo camino al Calvario, luego que naciera con Yarda, un parasito que abunda en la sangre.
Desde hace 10 años, Parada es el organista en la Basílica de Santa Teresa y miembro de la cofradía del Nazareno.
“Yo tengo 29 años de edad y tengo 28 años viendo al Nazareno todos los miércoles santos. Ahora vengo con mi papá, mi mamá ya está en el cielo”, dijo.
Contó que trata de mantener la tradición de esa música, que poco se escucha en otras iglesias. “Mucha gente cree que es un CD el que está sonando y no, es un órgano tubular de 139 años de antigüedad que sigue sonando, que lo seguimos cuidando y tratamos en la medida de las posibilidades de que suene por muchos años más”, apuntó.
Destacó que una de las canciones emblemáticas en la Semana Mayor, específicamente el Miércoles Santos, es el Popule Meus (Pueblo mío: qué te he hecho), obra especial para el Nazareno del músico venezolano José Ángel Lama.
Para Luis Parada, esta melodía es fuente de espiritualidad para los devotos del Nazareno de San Pablo en la Basílica Santa Teresa.
Parada contó que cuando José Ángel Lama murió sus restos fueron enterrados en la Basílica, en la Iglesia de San Pablo el Ermitaño, pero cuando destruyeron la Iglesia para construir el teatro, se perdieron los restos del compositor.
La Basílica cuenta con un órgano Cavaillé-Coll, de origen francés, que “es tan enigmático”.
“Al llegar a la Basílica un miércoles santo lo primero que escuchas es el órgano”, dijo con emoción.
Luis, el organista en la iglesia, aseguró que para él es un honor interpretar cada melodía y destacó que es un hecho muy espiritual y emblemático para los devotos del Nazareno en Venezuela.
Con información de José Blanco | Radio Fe y Alegría Noticias
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