Párroco de La Vega propone que intervenga la Cruz Roja

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Foto: Tal Cual

El sacerdote jesuita Alfredo Infante, párroco de San Alberto Hurtado, en La Vega, nuevamente se pronunció a través de Radio Fe y Alegría Noticias sobre la violencia desatada en esta zona popular de Caracas en las últimas semanas.

Sin temor a dudas dijo que «La Vega lleva unas cuantas semanas en un escenario prácticamente de guerra, este es un suburbio de unas 120 mil personas, al suroeste de Caracas, y como todos los barrios de acá es una zona montañosa, los fuertes conflictos entre bandas organizadas y cuerpos de seguridad del Estado se han dado en la parte baja».

Aseguró que estos sucesos no responden a una confrontación casual sino por el contrario a una situación donde se miden dos fuerzas que están armadas «y que ha cobrado varias víctimas, entre las que tenemos la famosa masacre de La Vega y la de ayer donde murieron dos víctimas inocentes».

Son unos hechos que «tienen a la población muy atemorizada y a lo que se le suma el colapso de los servicios públicos, sobre todo el del agua, electricidad, el gas, el virus que nos acecha, que ponen en crisis la vida cotidiana de la gente y que los ponen entre la vida y la muerte, no hay derecho para vivir esta situación».

El cura lamenta que en esas barriadas de una de las parroquias capitalinas más importantes de Caracas «vivamos en una zozobra constante porque nunca se sabe cuándo comienza la confrontación, esta es una situación muy difícil».

Por esta razón considera que más que un aparente diálogo que se supone se llevaba a cabo entre los cabecillas de las bandas y autoridades de seguridad «debe actuar la Cruz Roja Internacional que tiene una tradición de cómo mediar porque se trata de una situación violenta y no de un operativo, estamos entrando a un conflicto armado en medio de zonas urbanas».

No se sabe qué hay detrás de esa violencia

Desde esta realidad Infante hace un llamado tanto a los cuerpos de seguridad del Estado, en el marco constitucional, para que respeten los derechos humanos, así como a los integrantes de las bandas «para que consideren que la comunidad no puede ser un escudo humano porque la vida es sagrada».

Entre las causas que identifica para describir la propagación de la violencia en zonas como la Cota 905, La Vega y Petare, señala por un lado la llegada de líderes negativos que han salido de la cárcel y por el otro la expansión de bandas delincuenciales «lo que a veces origina confrontación entre las bandas y a veces entre ellas y los cuerpos policiales, y no sabemos qué hay detrás de toda esa violencia, se habla de conquistas de territorios para controlar otras zonas del país».

En relación al dispositivo policial que se desplegó el sábado 12 de junio, y del cual daba un balance «exitoso» la Ministra de Interior Carmen Meléndez, el jesuita venezolano describió que ese día «cerraron los accesos a La Vega, según los informes se tomaron lugares estratégicos que las bandas tenían y se detuvieron a 38 personas, se decomisaron armas, pero hemos sabido que entre los detenidos hay gente inocente lo que supone que hay detenciones arbitrarias, y eso también es muy grave».

Ante esto solicita que haya una investigación seria por parte del Ministerio Público y de la Defensoría del Pueblo «porque por ejemplo se habla de que fue detenido supuestamente con armas un joven que es evangélico y toda la comunidad sabe que es totalmente inocente porque no tiene ese tipo de vida; también cuentan de una retornada al país que estaba recién llegando y fue detenida como parte del operativo».

También denunció la aparición de desplazamientos forzados internos «producto de la violencia, la gente tiene que abandonar sus casas y van a otros lugares donde hay un poco más de oxígeno; en otros casos se produce un confinamiento porque la gente no se atreve a salir por temor a las balas».

Al final alertó que esta situación de violencia pueda seguir escalando peor en los próximos días «porque son confrontaciones entre la fuerza pública y megabandas que tienen armas largas, mejor dotadas que los cuerpos policiales».