Un espacio para caminar con Jesús
Interioridad
Viernes 22 de marzo de 2024
Por: Antonio Pérez Esclarín
Es un día para acompañar a María
La celebración hoy del viernes de concilio, anuncia el cierre de la Cuaresma, que comenzó con el miércoles de ceniza y es un día muy especial para prepararnos a celebrar con devoción la Semana Santa, que comienza el domingo de Ramos. Es un día para acompañar a María, por eso también se llama viernes de dolores, que va a sufrir con intensidad su propio calvario al sentir en carne propia los sufrimientos de su hijo Jesús. Es un día también para alimentar nuestra esperanza en la de ella, siempre firme, e incluso al pie de la Cruz y también para pedirle que nos ayude a convertirnos al proyecto de Jesús. Podemos decir que todo el mensaje de Jesús, tan recordado en la cuaresma que termina, es un llamado a la conversión, a cambiar de actitudes, de criterios, de valores, de vida. Dios está cerca a pesar de los que quieren impedirlo y están dispuestos a llenar el mundo de cruces y víctimas inocentes. Su reinado de justicia, libertad y fraternidad comienza a abrirse camino entre los seres humanos y hay que empezar a creer en esta buena noticia, hay que reaccionar y vivir de manera nueva. Se nos pide creer, desde el fondo de nuestro ser, que somos hijos de un Padre y que nuestra felicidad y nuestro último destino es vivir como hermanos. Se nos invita a pasar de la soledad a la amistad con Dios, del egoísmo al amor, de la defensa de mi pequeña felicidad a la solidaridad más radical. Se nos anima a reavivar la capacidad de generosidad, desinterés y fraternidad que tal vez están adormecidas. Somos capaces de volver a amar con desinterés, solo es necesario escuchar con María la llamada del Dios vivo que está resonando en nuestro interior.
Los que escuchan esta llamada saben que Dios es fuerza y alegría, que Dios es la mejor noticia que podemos escuchar.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
