Hace 69 años, en un modesto barrio en Caracas conocido como el 23 de Enero, nació una institución que no imaginó la magnitud de su impacto en la vida de millones de personas. Esa institución es Fe y Alegría.
Este 5 de marzo de 2024, Fe y Alegría celebra su aniversario número 69 enalteciendo su trabajo, el cual ha trascendido fronteras y su convicción de que la educación es un derecho fundamental que debe estar al alcance de todas las personas sin ningún tipo de distinción, se mantiene.
¿Cómo nació Fe y Alegría?
La historia de Fe y Alegría se entrelaza con la generosidad y la solidaridad de aquellos que, desde sus inicios, creyeron en la misión del padre José María Vélaz.
En 1955, el padre José María Vélaz, inspirado por una profunda vocación por la justicia social, quiso fundar una escuela que ayudara a los desprotegidos.
Con el apoyo de Abraham Reyes y su esposa Patricia García de Reyes, quienes cedieron su casa para albergar las primeras clases de educación gratuita a los niños y niñas sumergidos en la pobreza, se inició el sueño de ofrecer educación de calidad a los más necesitados comenzó a tomar forma. Con el tiempo Fe y Alegría logró llegar a comunidades en vulnerabilidad en América Latina, África y Europa.
Su compromiso con la educación popular integral y la promoción social se ha dejado ver en cada una de sus iniciativas, que van desde la enseñanza formal hasta programas de capacitación laboral y proyectos humanitarios dirigidos a comunidades.
En el presente, el padre José Gregorio Terán, conocido cariñosamente como el padre Goyo, lidera los esfuerzos de Fe y Alegría Venezuela para enfrentar los desafíos actuales con creatividad y determinación.
A través de programas innovadores como “Leo y Aprendo” y la Alianza por la Educación, la organización sigue dejando una huella de impacto en la vida de millones de niños, niñas y jóvenes.
La gente es la que hace de Fe y Alegría un movimiento transformador
Fe y Alegría continúa su labor incansable para construir un mundo donde la educación se brinde eficientemente y con calidad, y que se llegue hasta los lugares donde no hay asfalto.
En este aniversario, se resalta con gratitud a todos aquellos que han sido parte de esta historia. Como dijo una vez Manuel Aristorena, exdirector general de Fe y Alegría Venezuela: “lo mejor de Fe y Alegría es su gente”.
Y, en efecto, son los docentes, el personal auxiliar y la comunidad entera que forma parte del Movimiento de Fe y Alegría, quienes han hecho posible que la institución siga caminando.
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