Una Palabra Oportuna No. 1220

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palabra

Espiritualidad. Lunes 12 de julio de 2021.

Por Antonio Pérez Esclarín.

La mirada contemplativa

Cuentan que cuando Ignacio de Loyola, ya anciano, paseaba por el jardín les daba a las rosas unos golpecitos con su bastón y les decía; callen, callen, que yo sé muy bien de lo que me están hablando. Pues podía escuchar las voces de las flores que le hablaban de la belleza y la bondad de Dios.

Por ello el objetivo último de los Ejercicios Espirituales -el camino ignaciano para buscar en todo la voluntad de Dios y encontrar el verdadero sentido de la vida- es llegar a ser contemplativos en la acción.

Según Ignacio, todo vocea y canta la presencia de Dios. En cada sonido está el eco de su voz. En cada color un destello de su mirada. Todo es revelación. Todo expresa la ternura de Dios, pero para descubrirlo necesitamos una mirada contemplativa.

La mirada contemplativa nos permitirá descubrirlo jugando con los hijos y si levantamos la mirada podemos verlo caminar con la nube, descender mansamente con la lluvia y desplegar su fuerza en el sol, el mar y la montaña.

Lo podremos contemplar sonriendo las flores y agitando con la brisa las hojas de los árboles. Lo podremos escuchar en la canción del agua, en la súplica del mendigo, en la fatiga del obrero, en el dolor del enfermo, en los rostros y manos generosas de todos los que brindan apoyo y ayuda y trabajan por un mundo mejor.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.