¿A la tercera va la vencida?

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Foto: Archivo

El politólogo venezolano y director de la revista SIC, del centro Gumilla, Juan Salvador Pérez opinó este viernes 13 de agosto sobre la nueva ronda de negociaciones entre delegaciones de la oposición que lidera Juan Guaidó y del gobierno del presidente Nicolás Maduro, ahora en México como sede neutral.

Apuntó, inicialmente, que «primero a destacar es que este es el tercer intento, no es nuevo que ambas partes se sienten a buscar alguna solución, algún acuerdo, alguna posibilidad de resolver el gran drama que vive el país, y eso siempre es una buena noticia».

En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias considera que cuando dos partes de importantes liderazgos nacionales están sumidas en un grave conflicto «siempre es importante que se sienten a conversar más allá de la violencia y de la no soluciones, se espera que lleguen a respuestas coherentes para la gente, porque al final del día hay que entender que en los países se solucionan los problemas a través de acuerdos, y hay que apostar a esta (negociación)».

Desde esta mirada resalta «el reconocimiento que desde ya cada una de las partes hace de la otra, tomando en cuenta de que hay un riesgo de que esto no funcione y que todo salga mal».

Las agendas sobre la mesa

En la cronología que hizo sobre los últimos intentos de negociación que se han desarrollado en el país, mencionó la mesa que se activó en República Dominicana en el año 2016 y la más reciente en Barbados en 2019.

Con respecto a las agendas que se tocaron en esos otros dos encuentros, refirió que prácticamente «en este nuevo intento vuelven a estar presentes». El primer punto está dirigido a propiciar una salida electoral a la crisis venezolana, aunque en el caso del oficialismo «no está contemplada la elección presidencial porque además no corresponde en este momento sino en el 2024».

Sin embargo, destacó que la oposición pretende «a través de un gran acuerdo de salvación nacional la posibilidad de adelantar esas elecciones y buscar la salida de Nicolás Maduro del poder».

El segundo aspecto, planteado por el gobierno, es el cese de las sanciones, además de que se reconozca a la Asamblea Nacional electa en 2020, incluyendo la exigencia de que la oposición renuncie «a las conspiraciones y a las acciones violentas».

El tercer punto a conversar, y asomado por la oposición, se orienta a la liberación de presos políticos, acceso a la ayuda humanitaria y respeto a los derechos humanos.

En este capítulo de las agendas respectivas de cada uno de los actores afirmó que «el fijar a un calendario electoral, favorable a las dos partes, es una ganancia importante».

Igualmente cree que ambas representaciones «están de acuerdo en el tema del levantamiento de las sanciones, saben que eso es perjudicial para el país, la experiencia mundial ha demostrado que no solucionan nada».

Pérez advirtió que «las negociaciones no implican que yo voy a imponer mi agenda sobre la tuya. Y justamente es por eso que se ha llegado a esta tercera ronda de negociaciones. Y la verdadera razón para que se sienten las dos partes es porque ninguna de las dos ha logrado hacer desaparecer a la otra».

Por esta razón considera el director de la revista SIC que uno de los resultados que deberían obtenerse en esta tanda que comienza este viernes en México «es encontrar una salida armónica, seria, no violenta, creo que esa es lo principal de estos encuentros».

Ninguno de los dos gobiernos ha funcionado

En este análisis precisó que «el gran problema nacional no es Miraflores ni el despacho de Juan Guaidó ni la oficina de María Corina Machado ni nada de eso. El gran problema nacional son las penurias y las necesidades de la gente».

Desde esta perspectiva crítica señaló que «ni el gobierno de Maduro ha logrado dar con una fórmula para que las personas vivan bien ni el gobierno interino que representa Guaidó ha logrado tampoco ninguna solución. Y en la medida en que la gente no encuentre soluciones, estos están fallando».

En torno al rol de los actores internacionales en este proceso resaltó que una de sus principales tareas es de servir como garantes «de que los acuerdos se respeten, se cumplan y se mantengan. Y su otro papel es estrictamente ser facilitadores para que el proceso transcurran para bien».

Tienen que enviar «buenas señales»

Juan Salvador Pérez también estima necesario que inmediatamente después de este primer encuentro «desde el punto de vista de la comunicación política» los actores participantes «deben enviar una primera señal para que la gente sienta que esto tiene sentido, que las cosas están funcionando, eso es importantísimo».

No obstante, advirtió que siempre existe la tentación «de que alguna de las partes venda los supuestos logros de su agenda, y eso ha sido una de las causas principales del fracaso de los otros intentos».

Por este elemento invitó a los implicados a cuidar el lenguaje a utilizar porque «cualquier palabra que sobre, que irrite al otro y lo ponga bravo, es muy delicado. Creo que las primeras declaraciones deben ser muy bien pensadas, planificadas y orientadas por los actores para que no se vaya al traste la negociación».

Cerró con optimismo. Tiene la esperanza certera de que en esta oportunidad «es muy posible que se llegue a una solución real y definitiva» de la gravísima crisis venezolana en todos los sentidos.