Pacientes de la Unidad de Diálisis Care de Venezuela, ubicada en Puerto La Cruz, denuncian que la precariedad de dicho centro compromete la calidad del tratamiento que reciben y por ende su salud.
Hernán Álvarez, quien asiste cada martes, jueves y sábado al lugar, aseguró que de las 20 máquinas de hemodiálisis que hay, apenas 7 están en funcionamiento, y en ocasiones incluso son menos las que están operativas.
«Cuando tenemos pocos aparatos a disposición nos reducen el tiempo de servicio a todos. Lo legal es que sean cuatro horas de tratamiento y en esas oportunidades recibimos alrededor de dos horas. Esto nos preocupa bastante porque nos ha llevado a presentar hipertensión», manifestó
De igual manera el señor aseguró que las camas están en pésimo estado, pues, las almohadillas llevan años obsoletas y los controles para subir y bajar están averiados.
«La climatización es otro dolor de cabeza. Los aires acondicionados no funcionan y eso pone en tela de juicio la calidad del tratamiento. Debo recordar que los pacientes con catéter no podemos ni siquiera sudar porque se nos contamina».
Álvarez indicó también que la planta de ósmosis, cuya tarea es purificar el agua, tiene alrededor de cinco años paralizada. Y el único paliativo que aplican en el centro adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales es utilizar unos filtros comunes.
«Hacemos un llamado a las autoridades para que se aboquen a rescatar la unidad. No debemos esperar a que ocurra un episodio lamentable con alguno de los pacientes para que puedan proceder a actuar», finalizó.