Para el sacerdote jesuita José Gregorio Terán, subdirector de Fe y Alegría en Venezuela, la historia del movimiento y la apuesta de sus trabajadores y sus maneras de hacer en la cotidianidad son evidencia de que «los sueños no se han acabado».
El sacerdote destacó como la apuesta por la fuerza de la semilla es lo que ha marcado la misión de este movimiento de educación popular integral y promoción social, desde su nacimiento durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
Dijo, «frente a una situación que parece un bloque absoluto, nosotros decimos: siempre algo se puede hacer. Y porque Vélaz y Abraham, y todos sus fundares confiaron en la fuerza del trabajo pequeño, en la apuesta del trabajo en lo chiquito, en el día a día, en la rutina ordinaria, podemos celebrar este 65 aniversario».
Para el subdirector de Fe y Alegría en Venezuela, esto es lo más significativo del nacimiento y la permanencia en el tiempo de esta propuesta educativa, «por eso podemos celebrar 65 años, y por eso podemos celebrar que esa semilla ya está en 22 países, y por eso podemos celebrar que de ser una escuelita, ahora somos escuelas, somos movimiento, somos emisoras, somos institutos universitarios».
Insistió en que estos 65 años han sido posibles gracias al trabajo de cientos y miles de personas que han trabajado mucho sin tener que ser de las grandes voces, y que en todos estos años y aún hoy día siguen resistiéndose a dejarse envolver por la frustración, por el no se puede, por el sálvese quien pueda, por el aquí todo se acabó, «los sueños no se han acabado, Venezuela vale la pena, los chamos valen la pena, la gente vale la pena, la educación vale la pena, la comunicación vale la pena».
Hoy el reto de Fe y Alegría es mantener las escuelas abiertas
José Gregorio Terán, aseguró que vivimos en emergencia, y en estas circunstancias el movimiento se enfrenta a dos grandes retos para mantener su propuesta educativa.
Destacó, que lo primero es mantener la matrícula «que los muchachos no se nos vayan y tener espacios seguros, amigables en nuestras escuelas, mantener la escuela abierta».
Y como segundo gran reto se refirió a la necesidad de mantener al personal docente, «no es justo, ninguna sociedad se cala el que tengas a sus docentes ganando menos de cinco dólares al mes».
En este sentido explicó que en Fe y Alegría existe una comisión de bienestar socio-económico desde donde se acompañan las luchas de los docentes por una remuneración digna de su trabajo. Desde donde se acompaña el trabajo para sensibilizar a la sociedad y al Estado sobre esta situación.
Por otro lado, trabajan para intentar mitigar los efectos de la crisis con gestiones para conseguir algunas ayudas para el personal, para transporte, alimentos o medicinas.
Detalló que hoy gracias a las gestiones han logrado conseguir que al menos un 30% del personal sea incluido en los programas de alimentación activos en las escuelas. Además, se mantienen los programas de formación.