El atentado suicida perpetrado el viernes 30 de septiembre en un centro de formación para estudiantes en Kabul causó al menos 53 muertos, entre ellos 46 mujeres, según un nuevo balance difundido el lunes por la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (MANUA).
«Cincuenta y tres muertos, al menos 46 chicas y mujeres jóvenes. 110 heridos», afirmó la misión en Twitter. Un anterior balance daba cuenta de 43 fallecidos.
Un atacante suicida se hizo estallar el viernes junto a un salón de estudios segregado por género en un barrio de Kabul donde viven miembros de la marginada comunidad chiita hazara.
Cientos de estudiantes realizaban una práctica antes de los exámenes de admisión a la universidad cuando el atacante detonó el explosivo.
Ningún grupo se ha atribuido la acción, pero la organización yihadista Estado Islámico (EI), que considera a los chiitas como herejes, ha realizado varios ataques mortales en la zona.
Más de 100 mujeres estudiantes afganas se manifestaron este domingo en la ciudad de Herat (oeste de Afganistán) en protesta por este atentado suicida.
«La educación es nuestro derecho, el genocidio es un crimen», entonaron las manifestantes de Herat, mayoritariamente hazaras, que sufren frecuentes atentados.