El Día Internacional del Libro es una celebración para promover el disfrute de los libros y de la lectura. Cada 23 de abril se suceden celebraciones en todo el mundo para dar a conocer el poder mágico de los libros.
Proclamada por la Conferencia General de la UNESCO en 1995, esta fecha simbólica de la literatura universal coincide con la de la desaparición de los escritores William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega.
La lectura es una de las actividades que más beneficios le puede traer al ser humano. Ahora, en tiempos de pandemia, se torna aún más trascendental entre las familias que, por razones sanitarias, han tenido que pasar más tiempo en sus casas.
En este sentido, cuando entre los miembros de la familia existen pequeños, esta acción se convierte aún más; en un elemento indispensable para poder lograr que ellos sobrelleven de la mejor manera el confinamiento.
Con relación a los niños, los beneficios de la lectura en los más pequeños, ya sea a corto o largo plazo, es razón suficiente para acercarlos a ella.
Por tal motivo, compartimos algunas recomendaciones basado en un informe publicado por el portal Infotecarios, que ayudarán en ese proceso, sobre todo si los niños todavía no son grandes lectores.
No los obligues a leer
El primer error que suelen cometer los padres para que sus hijos lean, cuando éstos aún no han tenido oportunidad de generar buenos hábitos lectores, es obligarlos. Situación que pasa seguido, incluso en las escuelas.
El niño que regularmente no lee, no lo hará nunca si es obligado. Sin embargo, si al pequeño se le encamina a hacerlo por voluntad, tarde o temprano lo hará.
El niño que no lee es porque no ha tenido la oportunidad de generar esa costumbre, y es ahí donde debemos poner atención. Hay que guiarlos paulatinamente, nunca obligarlos.
Acércalos siempre a los libros
Muchas veces los pequeños no suelen leer porque no tienen acceso a los libros. En tiempos de confinamiento, esta situación es todavía aún peor pues no pueden asistir a bibliotecas públicas o visitar la biblioteca escolar.
Sin embargo, hay que brindar la herramientas para que los niños puedan acceder a ellos sin necesidad de salir de casa. Una colección básica de cuentos clásicos infantiles, en ediciones baratas, son un buen punto de partida para animarlos a leer.
Práctica con el ejemplo
Este es un punto muy importante y está relacionado con el anterior. Si quieren que sus hijos lean, pues primero deben aprender con el ejemplo.
Todo pequeño lector nace de la observación y del acceso que tenga a los libros. Si en su casa ve que sus padres leen, tienen libros, les gusta ir a bibliotecas, los escucha hablar sobre lecturas o les procuran libros a sus hijos, éstos estarán más predispuestos a leer por cuenta propia.
Lee con ellos y para ellos
Los seres humanos no nacen sabiendo leer, y el vínculo que se genera entre hijos y padres que les dedican un tiempo de lectura es irrepetible. Cuando son muy pequeños, y aún no han aprendido a leer, hazlo tú por ellos.
Lee regularmente para ellos, al menos media hora dedícales una lectura que les llame la atención, sobre todo si son interactivas o tienen muchas imágenes que les agraden. Cuando sean un poco mayores, y ya sepan leer, continúa haciéndolo con ellos, compartan lecturas y comenten sobre ellas.
Un espacio de lectura
Si en casa tienes oportunidad de adaptar o mejorar un lugar para que ellos lean sin distracciones, sería la mejor manera de proporcionarles un sitio exclusivo para la lectura.
Sin embargo, si no es posible, como suele suceder, cualquier rincón de la casa, donde ellos se sientan cómodos, ayudaría también a crear ese espacio donde puedan leer sin problemas.
No elijas libros por ellos
Es de gran importancia dejarlos ser al momento de elegir un libro. Cuando un niño elije un libro es porque le llamó la atención o se interesó en el tema, independientemente si a ti no te gustó, es decisión de ellos y, por tanto, lo va a leer por gusto, no por obligación. No cometas el error de decirle que mejor elija otro, pues será él quien lo leerá, no tú.
Guíalos siempre en sus lecturas
Este punto suena un poco contradictorio con el anterior, pero no es así. Una cosa es elegir por ellos, y otra, muy distinta, guiarlos o acompañarlos a elegir un buen libro.
Es algo que los bibliotecarios hacen continuamente cuando un usuario les pide ayuda sobre qué materiales les pueden servir para su tema. Ellos le ofrecen toda una gama de libros y demás documentos que le serán de utilidad, de acuerdo con su experiencia y conocimientos, pero al final, será el solicitante quién decida.
Con los pequeños es igual, tu puedes aconsejarlos, motivarlos o interesarlos, de acuerdo con sus gustos y edad, en libros que les marcarán para toda la vida.
Motívalos a seguir leyendo
Si has logrado que ellos lean por su cuenta, continúa motivándolos a seguir. Consígueles más libros sobre sus intereses, platica con ellos sobre sus lecturas, invítalos a buscar más información sobre sus autores favoritos.
Si vio alguna película, averigua si está basada en algún libro, y trata de proporcionárselo. O a la inversa, si el libro tiene película, siéntate con ellos para verla y analizar las diferencias o similitudes.
Finalmente, La lectura los puede ayudar a resolver muchas de inquietudes como padres, pues si son encaminamos adecuadamente a leer, para ellos será un gran escape, una gran distracción, y, a la larga, será un gran beneficio personal y académico para los pequeños.
Fuente: infotecarios, Unesco