Es una tradición en muchos clubes o selecciones que, cuando hay un nuevo convocado a un partido oficial, tiene que pasar por un acto de «bautizo».
Ese bautizo casi siempre es un corte de cabello estrambólico que simboliza su ingreso a un grupo de compañeros y un compromiso de seguir juntos.
En este acto, el nuevo jugador no decide el corte que exhibirá. Lo decide el «peluquero» justo en el momento.
Es un instante de relajo colectivo, de bromas y risas. Es un momento divertido y, como acto de «bautizo», ningún jugador nuevo puede negarse.
Si alguien se niega, siempre hay quien le recuerda entre risas: «todos pasamos por aquí, mano».
Esto fue lo que ocurrió este miércoles con Anderson Contreras y Jean Fuentes, quienes fueron «bautizados» por Machis, Otero y Soteldo.
Ambos jugadores fueron convocados por primera vez por Peseiro para la tercera jornada de eliminatorias contra Brasil y Chile.