El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado una emergencia nacional en ese país para combatir el coronavirus y ha autorizado el envío de 50.000 millones de dólares a los estados y a las administraciones locales del país con el objetivo de combatir la pandemia.
Con el plan, Trump acepta las sugerencias de la oposición demócrata de que invocara la Ley Stafford de 1988 para combatir la pandemia, a la que el presidente se ha referido hasta hace pocos días como «una falsedad».
Esa Ley, que ha sido aplicada por George W. Bush y Barack Obama, permite al Estado federal enviar recursos a territorios que estén en situación de crisis.
Hasta la fecha, 37 de los 50 estados de EEUU, más el Distrito de Columbia (donde está la capital, Washington) y Puerto Rico han declarado el estado de emergencia.
El presidente declaró que «no asumo ninguna responsabilidad» por la dramática falta de sistemas para hacer pruebas y diagnosticar a los infectados, y dijo, sin dar más detalles, que «tendremos millones [de esos sistemas] en muy poco tiempo».
Pero Trump también dijo que las cosas «podrían ir a peor» y que «las próximas semanas van a ser críticas».