“Espero que hayamos aprendido algo de esta desgracia de tantos años”

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Erik del Bufalo
Foto: Archivo.

En el contexto COVID-19, Erik Del Búfalo, filósofo e investigador venezolano, reflexiona sobre si Venezuela es una nación condenada pues, luego de verse sumergida en una Emergencia Humanitaria Compleja, ahora también tiene que enfrentar una pandemia mundial. Su respuesta es «no».

Pero sostiene que el coronavirus le ha hecho un favor al “régimen” de Nicolás Maduro, tapando crisis nacionales como la escasez de gasolina o prohibiendo las protestas sociales.

“Muchos piensan que Venezuela es un Estado fallido y para nada”, opina. “Venezuela es controlada autoritaria y tiránicamente por una banda criminal que no ha perdido el control de país”, agrega.

Mirando hacia la otra orilla, la de la oposición venezolana, se decepciona al ver a un Juan Guaidó “desprestigiado, incapaz e impotente de llevar a cabo cualquier acción”, incluso en medio de la pandemia.

Duda que este líder opositor, reconocido por más de 50 naciones como presidente interino de Venezuela, haya representado una amenaza real para Maduro, pues “si bien es cierto que la primeras semanas después de su juramentación como presidente legítimo parecía tener una gran impulso, después vino El Cucutazo (denuncias de corrupción con fondos destinados a militares desertores) la supuesta movilización militar (del 30 de abril)” con lo que, según él, la lucha del líder opositor se vino abajo.

Cuando se le pregunta sobre la reciente Operación Gedeón, no duda en responder que “fue una chapuza que le va a costar muy caro” a Guaidó, sobre todo luego de que su ex asesor Juan José Rendón confirmó que éste en un principio tuvo participación en la operación fallida que tenía como fin último derrocar a Maduro. 

Por ello, cree que “la lucha” de quienes se oponen a Maduro “puede renacer siempre y cuando venga de la ciudadanía y tenga incidencia en los sectores militares”.

Los secretos de la civilización

Hay algo que preocupa a Del Búfalo: que los ciudadanos de Venezuela no hayan “aprendido nada” después de una crisis económica y social sin precedentes que provocó hambre generalizada y que millones de venezolanos abandonaran su patria, incluso caminando.

“Espero que nos haya enseñado (la crisis) los secretos de la civilización, la convivencia, el respeto a las instituciones, la dignidad de los civiles. Sería muy triste que no sacáramos ningún aprendizaje”, asegura.

Para él, “esta experiencia, no digamos que era necesaria, pero nos tocó así por no haber aprendido cosas antes y es una lección dura y difícil”.

“Yo espero que hayamos aprendido algo de esta desgracia de tantos años y tan profunda en todos los niveles, no solo económico y social sino también moral”, sentencia.

Con información de Graciela Portillo | Radio Fe y Alegría Noticias