El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) indicó este lunes en su más reciente informe que al menos 628 privados de libertad han muerto dentro de las cárceles y centros de detención preventiva en Venezuela, entre 2017 y el primer semestre del 2021.
“Desde 2017 el OVP empezó a notar muertes por cuestiones de salud y, por eso, fuimos más allá; la mayoría de los decesos fueron por tuberculosis (…) y detrás de esa enfermedad están los casos de desnutrición”, puntualizó Carolina Girón, directora del OVP.
Asimismo, e informe señaló que en el primer semestre de este año se han contabilizado cerca 123 muertes por razones de salud en las cárceles y calabozos policiales del país.
De igual forma, indicó que de los 123 fallecimientos, 69 ocurrieron en recintos carcelarios, mientras que el resto se registraron en los centros de detención preventiva.
También, El informe aseveró que de las 628 muertes documentadas por casos vinculados a la salud desde el año 2017, 381 estas han sido en las cárceles y 247 en los calabozos policiales.
Según el OVP gran parte de los casos son debido a la tuberculosis, pero la desnutrición también es una de las principales causas.
“El Estado es responsable de llevar los alimentos y de que estas personas tengan acceso a ellos, es el Estado quien debe proporcionar la nutrición, pues los reclusos no puede ir a un abasto a comprar comida”, expresó Girón.
Hacinamiento y hambre
El hacinamiento y hambre es lo principal que se vive en los centros de detención en Venezuela. De acuerdo al OVP existe un hacinamiento de 177 %.
“Las cárceles no cuentan con la infraestructura ni políticas para mantener a las personas con estándares de dignidad, no hay comedores, no hay cocina”, señaló la directora del OVP.
El OVP a través de un estudio realizado en 34 cárceles del país, identificó que el 71 % de los reclusos accede a los alimentos gracias a los familiares, mientras que a 28 % se los da el Ministerio Penitenciario y otro 2 % afirmó a los investigadores que no recibe comida.
Girón expreó que los preparados suministrados por el ente carcelario no son variados y que, mayormente, la dieta se basa en carbohidrato y en raras ocasiones añaden una fruta. Al mismo tiempo indicó que el promedio de platos servidos es uno al día.
“Como desayuno le dan una arepa sin sal y a veces con sardina, muchas veces llegan en mal estado. En las cárceles del país no se conoce con sal ni azúcar, muchas veces toman agua de arroz, bollitos y pueden hacer las comidas en la madrugada porque es cuando llega el gas, eso puede ser a las 2:00 a.m.”, manifestó.
