Carmen Roa ya no aguanta las varices en sus piernas, pero debe continuar con su dolor hasta lograr cobrar su pensión. Tiene varios días tratando de recibir su pago pero los apagones y las caídas de la línea en los bancos, no se lo permiten.
“Estoy complicada, las venas se me revientan”, exclama con dolor.
En el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, ciudadanas de la tercera edad rechazan tener que hacer largas colas para poder cobrar sus pensiones.
La omisión por parte del Estado en atender con respeto y consideración a las mujeres de la tercera edad, también es violencia.
Por su parte, para Rita López, “esto entre más días, es peor. Ya no podemos aguantar más. Uno se viene sin desayuno, le pega mareo y cosas malas”.
El hambre lleva a las mujeres de la tercera edad a aguantar lluvia, sol y el peso de los años en largas colas para poder cobra la pensión que solo les alcanza para adquirir tres productos de la cesta básica.