El primer ministro Boris Johnson ha ordenado al Reino Unido que haga un cierre para contener la propagación del coronavirus.
Al llamar al virus la “mayor amenaza” que el Reino Unido ha enfrentado en décadas, el gobernante dijo que las personas en todo el país deben “quedarse en casa” para detener el crecimiento del COVID-19 y proteger el sistema de salud.
“Sin un gran esfuerzo nacional para detener el crecimiento de este virus, llegará un momento en que ningún servicio de salud en el mundo podría hacer frente; porque no habrá suficientes respiradores, suficientes camas de cuidados intensivos, suficientes médicos y enfermeras”, dijo Johnson en un discurso televisado.
A las personas se les permitirá salir de sus hogares con fines limitados:
-Comprar para las necesidades básicas, con la menor frecuencia posible
-Una forma de ejercicio al día, por ejemplo, correr, caminar o andar en bicicleta, solo o con miembros de su hogar.
-Cualquier necesidad médica, para brindar atención o para ayudar a una persona vulnerable.
-Traslado hacia y desde el trabajo, pero solo donde esto es absolutamente necesario y no se pueda hacer el trabajo desde casa.
“Si no sigue las reglas, la policía tendrá los poderes para hacerlas cumplir, incluso mediante multas y reuniones dispersas”, dijo.
Las medidas estarán vigentes durante tres semanas y luego serán revisadas.