Oración de la mañana. Sábado 09 de octubre de 2021.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, una mujer del pueblo queda seducida por tu palabra. Tan sencilla como valiente, alza la voz entre la multitud y confiesa su fe; la alabanza es para ti y recae en tu madre. Es conmover contemplar la escena: esta mujer se convierte en portavoz de todos, ensalza a otra mujer por sus encantos maternales, que criaron al Maestro que le fascina. Como buen pedagogo, pasas del parentesco de la sangre al del Reino.
Contigo las cosas han cambiado. Para una mujer judía la maternidad lo era todo, ahora es diferente, los valores del Reino son los primeros: escuchar la palabra de Dios y ponerla por obra. En María se unen las dos: el vientre y el corazón, la generación del hijo y la fe, el sí de la esclava del Señor y el Verbo que se hace carne en su seno. María es la primera discípula creyente que escucha y cumple lo que anuncias.
Tenemos mucha tierra buena donde cae y da fruto la Buena Noticia del Evangelio. Sobre todos los que la acogen recae tu alabanza: son dichosos. Nos llenamos de esperanza y alegría, también los que avanzan en su fe, envueltos en oscuridad y tropiezos, llenos de dudas y pesares. Como María, son fuertes y pacientes, sólo sostenidos por la confianza en Dios. El gran título del Reino, la gran credencial en la Iglesia es el ser hijo de Dios, ser trabajador de tu viña. Estos sí que son dichosos.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.