Wilmer Ramírez: “El humor nos va a salvar a todos”

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Foto: Lenys Martínez

¿Quién no recuerda a aquel adolescente de la serie Crecer con papá? Con ese personaje debutó el actor cómico Wilmer Ramírez en 1987. Un joven que desde siempre soñó con estar en la televisión pues en esa caja cuadrada veía “gente importante y preparada” y deseaba ocupar un lugar como ellos.

No obstante, su carrera artística se inclinó hacia el humor aunque participó en varias telenovelas, entre esas, Pasionaria, Adorable Mónica y Mujer Prohibida, pero fueron los programas cómicos producidos en Venevisión los que le abrieron las puertas en el mundo de la risa, de la comedia.

En espacios como Cheverísimo, El show de la comedia, Cásate y verás y A que te ríes les dio vida a personajes inolvidables como Bachiller amor o Así era papá con frases pegajosas que quedaron en la mente de los venezolanos.

Sin embargo, la vida le dio un giro y vivió en Estados Unidos durante siete años. En esta oportunidad, regresó al país para sacar su pasaporte y, por algunos trámites, tardó unos cuatro meses en obtener nuevamente ese documento, pero en el ínterin recibió varias propuestas profesionales y aceptó ser el ancla de un late night show llamado Venga quien venga, el cual marcó el regreso no solo el de él a las pantallas venezolanas, sino también a lo hecho en casa, la producción nacional.

Foto: Lenys Martínez

Oscar Rivas, el productor general del programa, expresó a Radio Fe y Alegría Noticias que ese espacio ofrece “una propuesta atractiva y divertida totalmente diferente a lo que se ha venido haciendo en el país. Es algo refrescante que enganchará a todos los espectadores que les gusta la televisión. Los invitados especiales compartirán durante una hora con Wilmer”, dijo.

Por su parte, Ramírez se muestra feliz y agradecido por esta nueva oportunidad que tiene en sus manos. Es un proyecto que se estrenó el sábado 26 de noviembre y que en principio tendrá tres temporadas en las que conversa con varios talentos tanto de la actuación como de la música.

“Me di cuenta que era un momento valioso y extraordinario para hacer cosas. No voy a decir que Venezuela se arregló ni que es el mejor país del mundo, porque ni es este ni es ningún otro. Cada país tiene sus particularidades, sus problemas. Simplemente acepté el desafío y aquí estamos, contribuyendo para que la televisión tenga producción nacional”, apuntó.

A su juicio, considera que el mayor aprendizaje que se trajo del exterior es que “uno decide dónde quiere ser feliz y no hay mejor lugar para ser feliz que estar donde la gente lo quiere a uno”.

-¿Cuál es el balance del joven de Crecer con papá al profesional de hoy?

-“¡Uy, muchísimo!”, expresó con asombro porque como desde pequeño siempre quiso estar en televisión, piensa que esta también es una oportunidad para que sus compañeros del medio también se entusiasmen y regresen a trabajar.

“La diferencia es que hay más responsabilidad, más deseos en dejar un legado interesante a la gente que viene detrás de uno para que tengan el mismo interés, las mismas ganas, el mismo amor y que la industria funcione. Hoy me siento más comprometido y siento que puedo aportar algo al medio que tanto me ha dado”, afirmó.

Pero durante los siete años que estuvo fuera de Venezuela, no todo resultó ser color de rosa y risas para Ramírez. En ese tiempo perdió a sus padres con apenas un mes de diferencia.

Cuando el deceso de ambos ocurrió, el actor producía un show en la ciudad de Miami. Los dos fallecieron un día lunes, el programa salía los martes y Ramírez decidió seguir adelante con el espacio pese al momento de dolor y tristeza por el cual atravesaba.

“Mi papá me enseñó que en cualquier circunstancia de la vida uno tiene que cumplir con su obligación y mi obligación es entretener. Además, fue como un homenaje para ellos (se le quebró la voz). Era mi responsabilidad hacer ese espectáculo durante más de dos horas y al final dedicarle un minuto a ellos”, expresó visiblemente conmovido a Radio Fe y Alegría Noticias.

Con esto, Ramírez precisó que su oficio de entretener le hizo sentir que hizo lo correcto. “Encarar la vida con simpatía, con humor, con optimismo es la obligación de todos nosotros. El humor es una herramienta porque hay que reírse de uno mismo y de las cosas que nos pasan es una buena alternativa. Siempre digo que el humor nos va a salvar a todos, al país, a la industria, al medio”, puntualizó.

El humor y la cancelación

En tiempos de nuevas tecnologías, redes sociales, entre otros recursos, el humor –entre otras cosas- ha estado en la palestra pública en rechazo de varias personas denominadas “progre” por algunos, pues consideran que el humor puede causar daño como algunos personajes que pusieron de moda actores y actrices en los programas cómicos que se transmitían por Radio Caracas Televisión o Venevisión.

A juicio de Ramírez, sí hay bromas de mal gusto, otras excedidas de tono, pero que en líneas generales “el humor persigue que la gente se divierta”. Contó que en una oportunidad asistió –junto a otros reconocidos actores cómicos- a la presentación de nuevos talentos en el local Moulin Rouge de Caracas y ahí escuchó cuando uno de los novatos se expresó mal del fallecido actor Juan Ernesto López, alias “Pepeto”. Ese momento bastó y sobró para molestarse y expresarle a esa persona que cuando tuviese al menos un 10% del ángel, talento, carrera, respeto y el cariño del país como el que tuvo “Pepeto”, hablarían después.

Además, se considera admirador de todos aquellos que han hecho humor y bajo cualquier expresión artística antes que él porque gracias a eso se nutrió y hay que entender que todos los antiguos talentos son personas que ofrecieron su aporte a la televisión, al teatro y también a los diarios del país.

“¡Qué vivan Pepeto, Joselo, Cayito (Aponte), Ariel Fedullo! Que vivan todos los que ya no están haciendo el oficio, pero que nos dejaron una enseñanza enorme. A todos los vi, todos me hicieron reír y todos fueron unos genios en su especialidad”, finalizó.

Equipo de producción, ancla e invitados especiales de «Venga quien venga» / Foto: Lenys Martínez