La organización Amnistía Internacional alertó este jueves 14 de enero que en Venezuela se despliegan campañas de estigmatización, de hostigamiento y operativos emprendidos por el gobierno en contra medios de comunicación, lo cual constituye una arremetida contra las libertades de expresión e información en el país.
El pronunciamiento público de AI, que acompañan firmando organizaciones como la Comisión Internacional de Juristas, Conectas, Human Rights Watch y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola), destaca que las acciones emprendidas contra diversos medios de comunicación venezolanos desde el 6 de enero atentan contra la contribución para visibilizar las violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades venezolanas.
Además advirtió que puede tratarse de una campaña más amplia contra la sociedad civil de Venezuela, coincidiendo en este caso con la posición que fijó también este jueves la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Venezuela.
El comunicado público reseña como «el medio de comunicación Efecto Cocuyo, la cadena de radios comunitarias Fe y Alegría, así como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, VPI TV y el diario Panorama, entre otros medios de comunicación, se convirtieron en el blanco de campañas estigmatizantes y operativos de fiscalización por parte de las autoridades que responden a Nicolás Maduro”.
Y en ese tono de alertas manifiesta que «estos patrones de hostigamiento se pueden traducir en ataques graves contra la integridad, libertad y garantías judiciales de defensores de derechos humanos y periodistas”.
El grupo de organizaciones firmantes exigen a las autoridades venezolanas que pongan fin a las acciones contra los medios de comunicación, periodistas y defensores de derechos humanos, y solicitó que garanticen tanto su labor informativa y el ejercicio de la libertad de expresión, como su contribución a visibilizar los abusos y las violaciones a derechos humanos que se cometen en Venezuela.
“La ocurrencia y recurrencia de este tipo de actuaciones, como la persecución en contra de defensores y periodistas, su detención ilegal o arbitraria, así como la eventual criminalización de la cooperación internacional que promueve la promoción y defensa de derechos humanos, incluida la libertad de expresión, podrían conducir a que se cometan otras graves violaciones de derechos humanos, incluyendo eventuales crímenes de derecho internacional”.